Madre
PR manager
- Joined
- Sep 6, 2022
- Messages
- 77
- Reaction score
- 190
- Points
- 33
Afganistán es uno de los mayores productores de cannabis del mundo y, según las Naciones Unidas, se convirtió en el principal productor en 2010. El país tiene una larga historia de producción de opio y cannabis, con cultivos a gran escala en casi la mitad de sus provincias. Se cree que el comercio ilegal de cannabis alimentó la militancia en el país antes de que los talibanes llegaran al poder en 2021.
Los talibanes, conocidos por su estricta interpretación de la sharia y su duro trato a quienes la infringen, parecen estar experimentando cierta confusión en lo que respecta a su postura sobre el cannabis. En una serie de acontecimientos que han dejado a muchos rascándose la cabeza, los talibanes han anunciado un acuerdo para cultivar y fabricar productos de cannabis en Afganistán y han promulgado una ley que prohíbe su cultivo.
En noviembre de 2021, los talibanes anunciaron un acuerdo con una empresa alemana llamada Cpharm para establecer una fábrica de producción de cannabis en el país. Se dijo que el acuerdo estaba valorado en más de 400 millones de dólares y que crearía puestos de trabajo para muchos ciudadanos. Los talibanes llegaron incluso a las redes sociales para anunciar el acuerdo, pero las cosas no tardaron en volverse confusas.
Los medios de comunicación regionales informaron de que una empresa australiana llamada Cpharm estaba implicada en el acuerdo, lo que llevó a la firma a publicar un comunicado negando cualquier implicación. El portavoz de los talibanes aclaró más tarde que el acuerdo era con una empresa alemana también llamada Cpharm. Al parecer, se trataba de un error de identidad, pero no impidió la confusión.
El acuerdo parecía especialmente inusual dado el duro trato que los talibanes dispensan a los consumidores de drogas y su anterior prohibición de la producción de opio. Sin embargo, los informes sugieren que la marihuana fue una importante fuente de ingresos para los talibanes durante la ocupación estadounidense, y ahora parecen volver a ver oportunidades económicas, pero a través de un mercado más profesional y regulado.
Avancemos rápidamente hasta marzo de 2023, cuando los talibanes han aprobado una ley que prohíbe el cultivo de cannabis y cáñamo en todo Afganistán. El nuevo decreto prohíbe estrictamente la plantación de plantas de cannabis, y cualquiera que viole esta orden se enfrentará a la destrucción total de sus cultivos y a un castigo de acuerdo con la sharia.
El acuerdo con Cpharm podría haber tenido un impacto significativo en la economía del país, proporcionando oportunidades de trabajo a cientos de ciudadanos. Sin embargo, el reciente anuncio del régimen ha dejado a muchos agricultores en la incertidumbre sobre su futuro, ya que el cannabis y el cáñamo son cultivos esenciales para su subsistencia. No está claro qué piensan hacer los talibanes para apoyar a los agricultores ni si tienen cultivos alternativos que ofrecer.
Los talibanes, conocidos por su estricta interpretación de la sharia y su duro trato a quienes la infringen, parecen estar experimentando cierta confusión en lo que respecta a su postura sobre el cannabis. En una serie de acontecimientos que han dejado a muchos rascándose la cabeza, los talibanes han anunciado un acuerdo para cultivar y fabricar productos de cannabis en Afganistán y han promulgado una ley que prohíbe su cultivo.
En noviembre de 2021, los talibanes anunciaron un acuerdo con una empresa alemana llamada Cpharm para establecer una fábrica de producción de cannabis en el país. Se dijo que el acuerdo estaba valorado en más de 400 millones de dólares y que crearía puestos de trabajo para muchos ciudadanos. Los talibanes llegaron incluso a las redes sociales para anunciar el acuerdo, pero las cosas no tardaron en volverse confusas.
Los medios de comunicación regionales informaron de que una empresa australiana llamada Cpharm estaba implicada en el acuerdo, lo que llevó a la firma a publicar un comunicado negando cualquier implicación. El portavoz de los talibanes aclaró más tarde que el acuerdo era con una empresa alemana también llamada Cpharm. Al parecer, se trataba de un error de identidad, pero no impidió la confusión.
El acuerdo parecía especialmente inusual dado el duro trato que los talibanes dispensan a los consumidores de drogas y su anterior prohibición de la producción de opio. Sin embargo, los informes sugieren que la marihuana fue una importante fuente de ingresos para los talibanes durante la ocupación estadounidense, y ahora parecen volver a ver oportunidades económicas, pero a través de un mercado más profesional y regulado.
Avancemos rápidamente hasta marzo de 2023, cuando los talibanes han aprobado una ley que prohíbe el cultivo de cannabis y cáñamo en todo Afganistán. El nuevo decreto prohíbe estrictamente la plantación de plantas de cannabis, y cualquiera que viole esta orden se enfrentará a la destrucción total de sus cultivos y a un castigo de acuerdo con la sharia.
El acuerdo con Cpharm podría haber tenido un impacto significativo en la economía del país, proporcionando oportunidades de trabajo a cientos de ciudadanos. Sin embargo, el reciente anuncio del régimen ha dejado a muchos agricultores en la incertidumbre sobre su futuro, ya que el cannabis y el cáñamo son cultivos esenciales para su subsistencia. No está claro qué piensan hacer los talibanes para apoyar a los agricultores ni si tienen cultivos alternativos que ofrecer.
Mientras el mundo avanza a paso firme hacia la legalización del cannabis,
algunos países siguen intentando resistirse.
Aver cuánto tiempo pueden resistirse a la tendencia mundial global,
porque hay mucho dinero en juego.
algunos países siguen intentando resistirse.
Aver cuánto tiempo pueden resistirse a la tendencia mundial global,
porque hay mucho dinero en juego.